Cómo ser un músico independiente y no morirse en el intento

La práctica artística está minada de dificultades y el fracaso parece ser el destino más seguro. Salvador Toache dice que el mundo se salvó de la locura por los creadores y, en lo que se refiere a la música independiente, en este artículo incluimos sus recomendaciones que harán cambiar tu forma de ver las cosas.

Por Ana María Crespo/ @laana_mary

El viernes 22 de julio, Salvador Toache, programador y promotor musical mexicano, dio una charla de interés para los artistas independientes locales. Esta actividad formó parte de la agenda que Toache cumplió a propósito de “Puentes MZ14: Laboratorios de Internacionalización y Circulación de las Artes”, un programa con el objetivo de dotar de herramientas, propiciar vínculos y posibles negocios entre los agentes del ecosistema musical. Esta actividad fue organizada por el Centro de Producción e Innovación MZ14 y contó con el apoyo de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI).

Toache, junto a Gerardo Rosado, fundó la casa disquera Intolerancia (1996), un sello que le permite a los creadores una posibilidad fuera de la industria tradicional. Además, está involucrado con el cine mexicano, pues produce, compone y musicaliza films.

Salvador Toache dictó una charla el día viernes 22 de julio. Fuente: MZ14.

El conversatorio inició con una pregunta provocadora: “¿A quién de ustedes su familia les exigió que se dedicaran a lo que se quieren dedicar?” Ante las risas y negaciones del público agregó que nunca ha encontrado a una persona que le diga “Yo quería ser abogado, pero mis padres me obligaron a estudiar teatro o me obligaron a ser músico”.

Ser creador es una decisión que hay que saber cómo sostener cuando ese primer impulso se agota. Y, precisamente, es lo que Toache se propuso para este conversatorio, compartir lo que por más de treinta años de carrera ha observado en el funcionamiento de ciertas estructuras independientes. Escuchar lo que este “obrero de la música” —como el mismo se ha denominado— tiene que decir, podría ayudarnos a entender mejor por qué estamos atascados y seguimos repitiendo que “aquí no hay escena”.

Ser independiente y no malvivir en el intento

En algunos países, y al menos en el caso de Ecuador, ser independiente parece la única forma de hacer carrera, ya sea que te interese el mundo editorial, el teatro, las artes visuales, lo audiovisual, o la música. Sobre todo, por lo que dice Daniel Merchán, el director de producción de la Universidad de las Artes, a propósito de que los miembros del ecosistema musical no tienen conocimiento de la existencia de representantes de disqueras, distribuidoras, editoras o plataformas de distribución en el país. “No sabemos si Sony Music o Warner tienen presencia local”, dice Merchán. En ese sentido, los eslabones de la cadena de valor de la industria musical están ocultos y el negocio de la industria se queda encerrado en su argolla. La falta de información hace que los artistas tengan más dificultades para la comercialización y circulación de sus producciones a nivel internacional.

Con esto planteado, volvemos a la cuestión central de este artículo: arte independiente, pero de qué. Toache dirá que del sueño de algunos músicos de ser descubierto por un captador de proyectos que asuma toda la responsabilidad para que su carrera musical despegue. Independientes de las ganas de que alguien más haga el trabajo que les corresponde. Hay que dejar de “adolecer”. En palabras de este gestor, hay que escapar de ese absurdo de lograr que las cosas funcionen con el menor esfuerzo. Si quieres ser un músico independiente, entonces tendrás que tomar las riendas, asumir el riesgo, pero solo el necesario.

Y, claro, dejar de repetir que no tenemos una escena independiente, ya que esta es una forma de invisibilizarse casa adentro y el problema no es la supuesta falta de escena, según Toache. A esto debemos sumarle los datos que presenta la 2da Encuesta de Condiciones Laborales en Trabajadores de las Artes y la Cultura, del Observatorio, la cual determinó que el 18,93 % de los encuestados trabaja en las artes sonoras y musicales; luego de las artes vivas y escénicas (20, 67 %) esta es la disciplina que tiene más artistas involucrados. Entonces, ¿qué pasa con la escena independiente?

Esto se trata de hacer las preguntas correctas

El deseo y la necesidad se enfrentan. Toache planteó la importancia de poder distinguir entre ambos y evitar que el deseo no se convierta en un obstáculo de las buenas decisiones, y que, al contrario, te ayude a conseguir tus objetivos.

“¿A dónde quieres llevar tu carrera?”, preguntó el gestor mexicano. Hay que tener una respuesta clara porque luego si el proyecto entra en crisis, se cae en dos soluciones que pueden ser más bien estrategias para aniquilar lo que se ha construido. Quizá la más letal es la idea de que girar fuera del país puede salvar a un solista o banda atascada.  “¿No sería más fácil donde juegas como local?”, volvió a preguntar. Otra de las aparentes soluciones que se repiten, es decir: “Necesitamos un manager”.

Saber plantear la pregunta precisa para entender lo que un proyecto demanda y luego buscar que sea sostenible económicamente y a lo largo del tiempo, esa es la cuestión. No se trata de suerte, sino de desarrollar un plan de negocios y una estrategia de comunicación.

Toache menciona que muchos proyectos fracasan porque los músicos piensan que lo importante es lo que tienen que decir, pero dejan de lado lo que le interesa al público. Es fundamental hallar la estrategia que conecte al proyecto con lo que ocurre afuera, en el ecosistema.

No es que nos falte una escena, dijo Toache, más bien se debe construir vínculos con el ecosistema musical. Identificar las comunidades que no están siendo atendidas. Remplazar la negación por una pregunta y encontrar una forma de que la comunidad/público objetivo se comprometa con el proyecto.

 Tejer redes, hacer ecosistema

Sobre la palabra independiente la RAE dice lo siguiente: “Que no tiene dependencia, que no depende de otro”. Sin embargo, lo independiente en el contexto latinoamericano y en particular en el mundo de las artes, tiene que ver con tejer redes y saber cuidar de tus pares.

Si como menciona Toache, las estructuras independientes son más flexibles y están acostumbradas a navegar las crisis, esto es posible solo porque quienes hacen el ecosistema comprenden que para sobrevivir hay que colaborar.

Conocer, reconocer, y crear confianza. Los tejidos son frágiles, por eso hay que compartir riesgos y cuidar al otro.

Toache durante su presentación en la Universidad de las Artes. Fuente: MZ 14.

En ese marco surge el I mercado de las Artes, un encuentro de networking impulsado por el Centro de Producción e Innovación MZ14, la Organización de Estados Iberoamericanos y la Universidad de las Artes. Del 09 al 11 de agosto de 2022, la ciudad de Guayaquil recibirá a compradores nacionales e internacionales a cargo de eventos culturales y festivales. Los artistas que trabajan en el sector de la música y el teatro podrán ser parte de ruedas de negocios, showcases y charlas magistrales.

En esta cita estarán presentes:  Christine Semba, Curadora del Worldwide Music Expo (WOMEX) de Berlín; Antonio Gutiérrez, director del Festival del REC BEAT de Brasil; Igor Lozada, director de Cultura de la Universidad de Guadalajara; María Carrascal, productora y creadora de la carrera de música de la UVA de Argentina y Javier Pérez, director escénico/promotor/productor en México, Ecuador, Colombia y Brasil.

La Universidad de las Artes reconoce la importancia de ser un agente activo en el fortalecimiento del ecosistema artístico, de ahí que impulsa la circulación de las producciones nacionales a nivel local e internacional; así como la capacitación de sus actores.

Tres recomendaciones para no morir en el intento

La academia asume su compromiso y, aunque el éxito de un proyecto reside en su capacidad de tejer redes de apoyo con quienes constituyen el ecosistema, Toache deja unos consejos para sobrevivir como músico independiente y aclara de que no se trata de una receta que hay que seguir sin pestañear. Estas recomendaciones que aquí se presentan bien se podrían aplicar a otras disciplinas:

  1. No te pongas en riesgos innecesarios para que tu proyecto muera.
  2. Aprende a plantear las preguntas correctas para entender las necesidades reales de tu proyecto.
  3. Asume responsabilidades y toma las decisiones que tu proyecto requiera; no satisfagas tu deseo.

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