Por Lorena Falconí*/ @lorenafalconi
La Ley Orgánica de Cultura en Ecuador en su Art. 24, dictamina que los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD) integran el Sistema Nacional de Cultura. Por su lado, el Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía y Descentralización (COOTAD) en su Art. 4, literal e, establece que uno de los fines de los GAD municipales es la recuperación, preservación y desarrollo de la memoria social y el patrimonio cultural; así como también promover y patrocinar las culturas y las artes según el Art. 54, literal q. De manera que, los GAD municipales y su gestión en el ámbito de la cultura y patrimonio es una obligación legal.
Acorde a la Real Academia Española (RAE), el fomento es una “acción de la Administración consistente en promover, normalmente mediante incentivos económicos o fiscales, que los particulares realicen por sí mismos actividades consideradas de utilidad general”. En ese sentido, la Secretaría de Cultura del Municipio del Distrito Metropolitano de Quito (DMQ), en el marco de la ejecución del Plan de Reactivación Cultural para el DMQ 2021-2023, abrió – entre otras- una línea de fomento el pasado 16 de noviembre de 2022 con un monto total de 360 mil dólares para el “Equipamiento de espacios e infraestructuras culturales”. Mediante una convocatoria pública, 23 proyectos fueron favorecidos. El incentivo monetario es parcial, es decir, alrededor del 75% del monto requerido será consignado a algunos de los beneficiarios.
Incentivo económico para el equipamiento de espacios e infraestructuras culturales. Fuente: Plan de Reactivación Cultural del Distrito Metropolitano de Quito 2021-2023.
Por el contrario, pero en ese mismo año, la Dirección de Cultura de la Municipalidad de Guayaquil (hoy llamada Dirección de Gestión y Promoción Cultural) mediante el oficio Nro. DC-2022-0141 del 21 de febrero de 2022, solicitó a la Alcaldesa de Guayaquil, Cynthia Viteri, la derogatoria de la Ordenanza de Fomento a la Cultura en sus Distintas Manifestaciones según consta en el Registro Oficial del 25 de abril de 2022.
Un análisis de Jéssica Zambrano Alvarado sobre la derogatoria de aquella ordenanza, fue publicado el 17 de febrero de 2023 por el sitio web del Observatorio de Políticas y Economía de la Cultura. Ese artículo periodístico titulado El mayor incentivo económico para las instituciones culturales de Guayaquil fue derogado expone, de manera pormenorizada, la causa de la eliminación de un fondo de fomento de 340.000 dólares que, según una ex Directora de Cultura, tuvo relación con la pandemia originada por el COVID-19 y “(…) se traduce en aforos permitidos, lo cual es fundamental para poder expresar el arte en la comunidad guayaquileña, por lo que no se ha podido cumplir en la actualidad con los objetivos para lo cual fue expedida la Ordenanza citada”. No obstante, aquella ordenanza que impulsaba el arte en la ciudad quedó sin efecto después de casi 2 años de la declaratoria de la emergencia sanitaria como se relata en el texto de Zambrano.
Dos ciudades y dos circunstancias inversamente proporcionales. En Quito, el fomento fue asignado; en Guayaquil, la ordenanza para el fomento a la cultura fue derogada, todo en un mismo año (2022). Según la Secretaría de Cultura del DMQ, en la convocatoria pública hubo 46 postulaciones para la línea de fomento de espacios culturales. Los requisitos comprendieron desde documentos sencillos como el impuesto predial, el certificado de no adeudar al municipio, el RUC, la planilla de servicios básicos y el nombramiento del representante legal (personas jurídicas), hasta el perfil del proyecto y la propuesta para la formación de públicos (proyecto de retribución del 50 % del monto recibido). El jurado estuvo integrado por Paola de la Vega, Daniela Pabón y David Hernández Montesinos, expertos con amplia trayectoria en el campo de las artes y la cultura. En contraste, la Dirección de Cultura de la Municipalidad de Guayaquil no abrió un concurso público para infraestructuras culturales en el 2022. En años anteriores, algunos proyectos artístico- culturales fueron presentados a la Alcaldía directamente por los artistas o gestores interesados para que, una vez aprobados por el concejo cantonal, pudieran cobijarse bajo la figura de concesión o comodato como se detalla más adelante con los espacios escénicos Zona Escena y Muégano Teatro.
En relación con los espacios escénicos, se realizó un análisis comparativo de 4 iniciativas culturales (2 en Guayaquil y 2 en Quito): Zona Escena (Guayaquil), Muégano Teatro (Guayaquil), Estudio de Actores (Quito) y Casa Mitómana (Quito).
Análisis comparativo del fomento municipal y 4 espacios culturales independientes en Guayaquil y Quito. Fuente: elaboración propia basada en las entrevistas efectuadas a los responsables de cada punto cultural.
Si bien Zona Escena (Corporación Zona Escena) ha tenido una relación con el municipio de Guayaquil bajo la figura de concesión, es decir, el espacio fue cedido para su gestión y antes pudo llevar a cabo proyectos puntuales como Fragmentos de Junio, Encuentro Internacional de Danza y Fiartes-g (Festival Internacional Artes Escénicas Guayaquil) con fondos de la ordenanza del 2015 al 2019, no ha percibido dinero para equipar el sitio acorde a requerimientos técnicos. Fue beneficiario de fondos anuales del cabildo a través de la ordenanza de fomento a la cultura, pero con su derogatoria en el 2022, la baja en el presupuesto es considerable: USD 30.000. Un componente que llama la atención es lo fortuito de la obtención de fondos. Para los encuentros y festivales escénicos, el director de Zona Escena, el artista escénico y docente universitario Jorge Parra [1] relató: “supe de la partida en la antigua Dirección de Cultura, cuando solicité un auspicio para los festivales que organizamos, (…) me sugirieron aplicar, el mecanismo era directo con el alcalde, quien a su vez consultaba a la Dirección de Cultura la existencia de fondos; luego se iniciaba una solicitud con los documentos habilitantes (…) apliqué y el concejo cantonal lo aprobó en el 2015, pero recibimos la primera asignación al año siguiente”.
En el caso de Muégano Teatro (Fundación Cultural Muégano Teatro) no recibe ni ha recibido dinero por medio de una ordenanza de la Municipalidad de Guayaquil, su nexo con la entidad radica únicamente en el comodato, que en otras palabras es un contrato por el cual se recibe algo en calidad de préstamo. La génesis del proyecto fue en el año 2009, de acuerdo con Santiago Roldós [2] , artista escénico y director de Muégano Teatro: “el arquitecto Florencio Compte y el director de Muégano (…), presentaron a la Municipalidad el proyecto ‘Rescate de edificios patrimoniales mediante su transformación en sedes de iniciativas artísticas y culturales independientes’, un modelo de relación colaborativa y participativa, donde las distintas colectivas, grupos y agentes culturales con una trayectoria sostenida y verificable y con un proyecto sustentable, podían recibir de la ciudad una sede a cambio de su propia gestión y actividad artística. El modelo no fue aplicado con exactitud, empezando por la opción de construir nuevos espacios en lugar de rescatar patrimonio (bajo el argumento de que lo segundo era mucho más caro). Recién nueve años después de presentado el proyecto piloto, abrió el nuevo Espacio Muégano; y Zona Escena, también resultado de ese proceso, abrió tras la pandemia.”.
En cambio, en un contexto post pandémico, la Alcaldía de Quito puso en marcha su Plan de Reactivación Cultural con la apertura de la línea de fomento para el equipamiento de espacios e infraestructuras culturales a través de una convocatoria pública. Dentro de los favorecidos se pueden citar a Estudio de Actores y a Casa Mitómana.
Estudio de Actores (Consorcio), desde su origen como escuela de actuación y ahora como escuela, ha financiado toda su primera trayectoria con dinero propio, además de su programación teatral permanente; con una trayectoria de 14 años, hoy se encuentra en un momento de reingeniería con el fin de profesionalizar su gestión. León Sierra Páez [3] , actor, realizador de cine, gestor cultural y director de Estudio de Actores declara “(,,,) debemos mejorar el precario equipamiento e instalaciones de nuestro espacio, para poder elevar el rango de inversión de las personas que vienen a ver teatro o a tomar clases.”. Para la consecución del fondo de fomento cultural, accedió a la convocatoria pública, presentó los documentos legales del consorcio, el sustento de trayectoria y el plan de públicos.
Casa Mitómana, como sala escénica ha ido adquiriendo sus equipos a lo largo de sus 7 años de trayectoria, tiempo en el que no han sido cambiados o mejorados, por eso vieron una oportunidad en la convocatoria pública por redes sociales para acceder a mejoras. Denise Neira [4] , arquitecta/ artista escénica y Pamela Jijón [4] , artista escénica/ docente universitaria, responsables de Casa Mitómana indican que “en concordancia con la línea curatorial de la Casa, de abrir el espacio a proyectos transdisciplinares, creímos conveniente aplicar a esta convocatoria para solicitar más y mejores equipos en cuanto a iluminación y proyección, principalmente; pero considerando también las actividades de retribución que tendrían que existir para los montos”. La equipación de la sala se ha mantenido con un rider básico y muy sencillo. Al igual que otros espacios, decidieron participar en la convocatoria, compilaron el contrato de arrendamiento, el certificado de no adeudar al municipio, la documentación del representante legal, el formulario, el proyecto de retribución a la comunidad y las proformas de los bienes solicitados.
La gestión cultural en la administración pública
Acorde al profesor Parada, Garí y Padrós[5] mencionan que la actividad administrativa de fomento “es la modalidad de intervención administrativa que consiste en dirigir la acción de los particulares hacia finalidades de interés general mediante el otorgamiento de incentivos. Se trata de una fórmula tradicional que consiste en facilitar ayudas y apoyo a la actuación económica de los ciudadanos. Originariamente, las ayudas mencionadas trataban de proteger algunas industrias nacientes y posteriormente la actividad de fomento se ha transformado en instrumento del estado social.” (p. 23).
Para tener una idea general de lo que sucede en Ecuador en términos de las políticas culturales, a inicios de 2023 y antes de las elecciones seccionales de febrero, el artículo de Mario Maquilón denominado “Renovación de autoridades municipales y provinciales: ¿punto de inflexión para el sector cultural?” fue publicado en el blog del Observatorio para explicar el proceso que se siguió con la Asociación de Municipalidades Ecuatorianas (AME) en la generación de datos duros como la Encuesta de Diagnóstico de Capacidades Municipales para la gestión cultural local que sirvió como recurso para el taller de Políticas Culturales Territoriales desarrollado durante del 2do Encuentro de Políticas y Economía de la Cultura en septiembre de 2022 en Quito y que derivó en la guía para la Gestión de Políticas Culturales en Municipios: diagnóstico y acciones sugeridas.
Ese documento de diagnóstico proporciona posibles soluciones técnicas y también evidencia los porcentajes del estado de la cultura en algunos municipios del Ecuador -en ocasiones números poco alentadores- como por ejemplo un 60,71% de los cabildos no cuentan con un sistema de información sobre arte, cultura o patrimonio cultural. Por consiguiente, sin data cultural actualizada ¿en qué se podrían fundamentar las autoridades municipales para tomar decisiones en esos ámbitos?
Y en cuanto al fomento, es decir a las actividades de promoción, desarrollo, incentivos, ayudas económicas y a sus medidas ya sean de tipo jurídico (ordenanzas), económicas como las subvenciones y exenciones o de otra clase; la política cultural implica la planificación de la cultura por parte de los políticos. La centralidad de la cultura en la ciudad debe complementarse con un papel más relacional y activo de los municipios más allá de la llana prestación de servicios.
Referencias
Garí, C., y Padrós, C. (s. f.). Gestión cultural en la Administración pública. Barcelona, España: Universitat Oberta de Catalunya.
Notas al pie
[1] Entrevista realizada a Jorge Parra el 23 de febrero de 2023.
[2] Entrevista realizada a Santiago Roldós el 23 de febrero de 2023.
[3] Entrevista realizada a León Sierra Páez el 25 de febrero de 2023.
[4] Entrevista realizada a Denise Neira y Pamela Jijón el 25 de febrero de 2023.
[5] Garí, C., y Padrós, C. (s. f.). Gestión cultural en la Administración pública. Barcelona, España: Universitat Oberta de Catalunya.
*Lorena Falconí (1982). Gestora cultural y jazz lover. Colaboradora del Observatorio de Políticas y Economía de la Cultura.
*Las opiniones expresadas en este texto son de exclusiva responsabilidad de su autora y no representan la posición del Observatorio.