El Cine Ecuatoriano y la Asignación de Fondos: Identidad, Diversidad y Sostenibilidad

Por Jorge Flores Velasco

Panorama del Cine Ecuatoriano

El cine ecuatoriano ha transitado un camino lleno de dificultades en su desarrollo como industria. La asignación de fondos públicos es un tema de gran relevancia para el futuro del sector audiovisual, ya que está directamente vinculada a la construcción de una identidad y memoria nacional. En la última década, la producción cinematográfica en Ecuador ha mostrado un crecimiento notable. En 2015, se desarrollaron alrededor de 67 proyectos cinematográficos con un presupuesto total de $1.646.338. Para 2018, se produjeron aproximadamente 30 obras, incluyendo 18 largometrajes. Entre 2007 y 2020, se estrenaron 155 películas ecuatorianas en salas de cine comercial, con 25 de ellas lanzadas entre 2018 y 2020.

A pesar de este crecimiento, la falta de recursos sigue siendo un problema recurrente, limitando la consolidación de una industria cinematográfica sostenible. En este ensayo, se analizará la política pública de asignación de fondos en el cine ecuatoriano, tomando como referencia la carta abierta de Andrés Crespo, en la que se exponen varios puntos cruciales que buscan mejorar la eficacia y equidad en la distribución de recursos.

La Diversidad Cinematográfica y el Apoyo Estatal

Uno de los puntos fundamentales de la carta de Crespo es la necesidad de diversificar el cine ecuatoriano y ampliar su acceso al público. La asignación de fondos debe considerar no solo proyectos que sean bien recibidos en festivales internacionales, sino también aquellos que tengan el potencial de conectar con la audiencia local.

Según un estudio realizado en 2017 por María Emilia García, los géneros cinematográficos preferidos por el público ecuatoriano son la comedia, la acción y la ciencia ficción, mientras que el drama ocupa el quinto lugar en preferencias. No obstante, durante el periodo 2012-2013, el 79% de las producciones nacionales estrenadas correspondieron al género dramático, lo que podría explicar la desconexión entre la oferta cinematográfica nacional y las preferencias del público. Además, una encuesta de 2014 en Quito, Guayaquil y Cuenca reveló que los géneros más populares entre los espectadores son acción (70%), comedia (62%) y terror (35%), mientras que el documental es preferido solo por un 15% de los encuestados.

Estos datos sugieren que la producción nacional debe diversificarse para alinearse mejor con los gustos del público ecuatoriano. Si el objetivo es crear un cine nacional que permee en la sociedad ecuatoriana, es imprescindible que el Estado apoye una variedad de narrativas que reflejen las realidades, conflictos y sueños de la población, incorporando géneros que han demostrado ser del agrado del espectador ecuatoriano.

Infraestructura Audiovisual y Articulación de Instituciones

El desarrollo de la industria cinematográfica no solo depende de la producción de películas, sino también de una infraestructura y una red de instituciones que respalden la exhibición y distribución de contenidos. En Ecuador, existen 387 salas de cine, aunque la asistencia sigue siendo baja, con un promedio de 0,8 películas vistas por habitante al año. Además, el cine nacional solo representa el 0,8% del mercado, con Hollywood dominando con un 90% de participación.

En cuanto al acceso a plataformas de streaming, aunque su presencia está en aumento, plataformas nacionales como Zine.ec y Choloplus enfrentan serios desafíos financieros para mantenerse a flote. La televisión nacional también podría jugar un papel clave en la difusión del cine ecuatoriano, aunque no existen datos precisos sobre la cantidad de contenido nacional emitido en los principales canales.

Para mejorar la articulación entre los distintos medios de exhibición, es importante observar experiencias exitosas en otros países. Francia, por ejemplo, cuenta con un sistema de cuotas de pantalla que garantiza la presencia de cine nacional tanto en salas como en televisión. Colombia ha implementado incentivos fiscales para producciones nacionales y extranjeras, mientras que España promueve la difusión de cine en comunidades alejadas a través de iniciativas como “Cine en las Fronteras”.

Estos ejemplos demuestran que una combinación de apoyo financiero, regulaciones inclusivas y estrategias de difusión pueden fortalecer la industria cinematográfica y ampliar su acceso al público ecuatoriano.

En Ecuador en 2021 se planteó el incentivo tributario del sector privado con un 150% de deducción del IVA, se desconoce al momento cuantas películas se han acogido a esto debido a la burocracia y la situación económica actual del país para el sector privado. Sin contar con la falta de articulación del sector privado con los cineastas, esta medida resulta aún muy lejana para dinamizar el sector, dejándole aun la gran responsabilidad a la financiación pública.

La Democratización del Sector Cinematográfico

En convocatorias anteriores del Instituto de Fomento a la Creatividad y la Innovación (IFCI), la selección de proyectos ha sido evaluada por jurados conformados por profesionales nacionales e internacionales. Sin embargo, la presencia mayoritaria de jurados extranjeros ha generado cuestionamientos sobre la comprensión del contexto cultural ecuatoriano. Esta situación ha llevado a varios participantes a solicitar mayor equilibrio en la composición de los jurados. Además, se ha señalado la necesidad de una mayor transparencia en los procesos de evaluación, con la publicación de los criterios detallados de selección y la identidad de los evaluadores.

En países con industrias cinematográficas desarrolladas, los modelos de evaluación incluyen factores como calidad artística, viabilidad financiera y potencial de distribución. En Francia, el Centre National du Cinéma et de l’Image Animée (CNC) aplica un modelo estructurado de evaluación, con criterios específicos que incluyen la originalidad del guion, la experiencia del equipo de producción y la viabilidad del proyecto. En España, el gobierno impulsa incentivos fiscales y colaboraciones entre el sector público y privado, fomentando la producción nacional con medidas claras de apoyo financiero y normativas para garantizar la competitividad de la industria. Colombia y México han implementado sistemas que combinan identidad cultural con sostenibilidad económica, asegurando que los proyectos seleccionados tengan tanto valor artístico como viabilidad comercial.

Implementar un sistema de evaluación más estructurado y transparente en Ecuador podría fortalecer la selección de proyectos, asegurando que las decisiones reflejen tanto la identidad cultural como la viabilidad financiera y el acceso a audiencias amplias. Un enfoque que combine la evaluación artística con criterios objetivos de factibilidad podría permitir una distribución más equitativa de los recursos y una mejor representación del cine ecuatoriano en el ámbito internacional.

Descentralización y Plurinacionalidad en la Producción Cinematográfica

Diversos países han implementado políticas para descentralizar la producción cinematográfica y promover la plurinacionalidad en sus industrias audiovisuales. En México, el Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE) ha desarrollado estrategias para fomentar la creación y promoción de contenidos locales, descentralizando la producción y apoyando a regiones menos favorecidas como el sureste mexicano.

En Colombia, el gobierno ha fortalecido la industria audiovisual mediante incentivos fiscales para producciones en diversas regiones, asegurando que la diversidad cultural del país se refleje en su cine. En Bolivia, el cineasta Jorge Sanjinés ha sido pionero en el cine comunitario y la descolonización del cine, promoviendo la representación de las comunidades indígenas en el audiovisual.

España ha logrado descentralizar la producción cinematográfica, evitando la concentración en Madrid y promoviendo el desarrollo de infraestructuras en otras regiones del país. De manera similar, Argentina ha fomentado la producción audiovisual regional, fortaleciendo industrias locales y asegurando una representación más equitativa de sus diversas provincias.

Estas experiencias internacionales demuestran que la descentralización y la plurinacionalidad en la producción cinematográfica pueden lograrse mediante políticas públicas inclusivas, incentivos fiscales y el fomento de infraestructuras regionales. Adoptar estrategias similares en Ecuador permitiría una mayor diversificación de la producción cinematográfica, asegurando que el cine nacional refleje la diversidad cultural del país y fortalezca su industria audiovisual a nivel global.

Financiación Sostenible y el Papel de la Industria Internacional

Uno de los principales desafíos para la sostenibilidad del cine ecuatoriano es el financiamiento. En los últimos años, el presupuesto anual destinado a la producción cinematográfica en Ecuador ha oscilado entre $1,100,000 y $1,646,338. Si bien esto representa un esfuerzo importante, sigue siendo significativamente inferior al apoyo que otros países latinoamericanos destinan a su industria audiovisual. Por ejemplo, en 2019, el Fondo para el Desarrollo Cinematográfico (FDC) de Colombia aprobó un presupuesto de aproximadamente 8 millones de dólares para apoyar proyectos cinematográficos nacionales (en un país que produce en pesos colombianos).

En términos de recaudación de taquilla, las películas extranjeras dominan el mercado ecuatoriano. En 2019, la taquilla total en Ecuador alcanzó los $94,354,935, con las películas más taquilleras siendo de Hollywood. En contraste, la recaudación total de películas ecuatorianas fue de $1,646,558, representando solo el 1.74% del total.

Para fortalecer la producción nacional, Ecuador podría adoptar modelos de financiamiento alternativos, como el implementado en Francia. En este país, se aplica un impuesto a las entradas de cine conocido como “Tasa sobre los servicios de comunicación audiovisual”, cuyos ingresos se destinan al Centro Nacional de Cinematografía (CNC). Este mecanismo ha permitido la producción y sostenibilidad de numerosas películas francesas, garantizando que el cine nacional tenga acceso a fondos constantes sin depender exclusivamente del presupuesto estatal.

La implementación de un modelo similar en Ecuador, donde un porcentaje de la venta de boletos de cine sea destinado a un fondo de producción cinematográfica, permitiría un mayor desarrollo de la industria y reduciría la dependencia de fondos estatales limitados. Esta medida también aseguraría que las producciones nacionales puedan competir en un mercado ampliamente dominado por contenido extranjero.

El cine ecuatoriano enfrenta múltiples desafíos, desde la falta de financiamiento hasta la predominancia de contenido extranjero en las salas de cine. Sin embargo, existen soluciones viables que podrían fortalecer la industria cinematográfica nacional. La diversificación de los géneros apoyados por fondos públicos, la descentralización de la producción audiovisual y la implementación de modelos de financiamiento alternativos son estrategias fundamentales para garantizar un desarrollo sostenible del sector.

Es crucial que Ecuador adopte políticas inspiradas en modelos exitosos de otros países, como la tasa sobre entradas de cine en Francia, para generar recursos constantes que financien la producción cinematográfica nacional. Además, una mayor articulación entre el Estado, las instituciones audiovisuales y el sector privado permitiría consolidar una industria más equitativa e inclusiva.

Solo con un enfoque integral y sostenido en el tiempo se logrará fortalecer la identidad cinematográfica ecuatoriana, garantizando que las producciones locales no solo sobrevivan, sino que prosperen y se posicionen en el ámbito nacional e internacional.

Fotografía

Cortesía de Jorge Bolaños, licenciado en Cine por la UArtes. Tomada de InfoUArtes.

Sobre el autor: Jorge Flores Velasco es doctor en Cine y Audiovisuales por la Universidad de la Nueva Sorbona. En Francia, fue miembro fundador y director de la Semana de Cine Ecuatoriano de París durante nueve años, entre 2011 y 2019. En 2021, fundó GATAZO Film en Ecuador, una productora que ha realizado varios cortometrajes de directores emergentes. En 2023, estrenó Don Goyo, su primer largometraje, un thriller montuvio que se proyectó en nueve ciudades del país en cadena de salas Supercines y participó en festivales nacionales e internacionales, como Kunturñawi y la Mostra de São Paulo. Desde 2018, es profesor en la Escuela de Cine de la Universidad de las Artes.

Fuentes

Castro, Diana Beatriz Pillasagua, y María Emilia García Velásquez. «Identificación de mecanismos para el fomento de las producciones cinematográficas en el Ecuador». Ñawi: arte diseño comunicación 8, n°. 1 (2024): 241–60.

«Cómo funcionan los beneficios tributarios de la Ley de Cine Colombiana». Sábado Oscuro, el 1 de agosto de 2024. Acceso el el 24 de febrero de 2025. https://www.sabadooscuro.com/como-funcionan-los-beneficios-tributarios-de-la-ley-de-cine-colombiana/.

Cultura, Secretaría de. «Descentralización, promoción y apoyos para el cine y el audiovisual mexicanos: la apuesta del Imcine». gob.mx. http://www.gob.mx/cultura/prensa/descentralizacion-promocion-y-apoyos-para-el-cine-y-el-audiovisual-mexicanos-la-apuesta-del-imcine.

«Descolonización y cine: la propuesta indígena de Jorge Sanjinés hoy». Bolivian Studies Journal 19 (el 1 de diciembre de 2012). http://dx.doi.org/10.5195/bsj.2012.66.

García, María Emilia. «Relación entre el perfil del espectador ecuatoriano y el grado de aceptación de las producciones nacionales estrenadas en el período 2012-2013». Fuera de Campo 1, n°. 4 (2017): 82–99.

Gonzalez Galvan, Roque. «Producción, mercados y políticas públicas cinematográficas en América Latina». Rebeca – Revista Brasileira de Estudos de Cinema e Audiovisual 4 (el 4 de agosto de 2016). http://dx.doi.org/10.22475/rebeca.v4n1.144.

Illia. «El cine ecuatoriano lucha por sobrevivir: ¿Qué pasa con las plataformas?» Observatorio, el 19 de julio de 2024. Acceso el el 24 de febrero de 2025. https://observatorio.uartes.edu.ec/2024/07/19/el-cine-ecuatoriano-lucha-por-sobrevivir-que-pasa-con-las-plataformas/.

Loaiza, Yalilé, y Emiliano Gil Blanco. «“Tras los pasos del Cine en Ecuador: la producción nacional y políticas de apoyo”». ComHumanitas: Revista científica de comunicación 6 (el 1 de diciembre de 2015): 52–66.

«Los ecuatorianos prefieren las plataformas de “streaming” a las salas de cine – Diario El Mercurio». https://3.224.158.155/2021/07/14/los-ecuatorianos-prefieren-las-plataformas-de-streaming-a-las-salas-de-cine/.

Pazmiño, Noemí López, María Cristina Gallegos, y Pablo Esteban Meneses Játiva. «Formación de públicos en el cine ecuatoriano». Inventio 15, n°. 35 (2019): 55–62.

Romero-Espinosa, Santiago Fernando, y Katherine Cristina Herrera-Ortega. «Incidencia de las políticas públicas en la producción cinematográfica de Ecuador durante la década 2007-2017». Universitas, n°. 37 (el 27 de septiembre de 2022): 201–21. http://dx.doi.org/10.17163/uni.n37.2022.08.

Sadoul, Georges. «COMPENDIO DE POLÍTICAS CULTURALES», s/f.

Tello, Álvaro Pazmiño, Ana Cecilia Vaca-Tapia, y Pamela Cruz. «Cine comercial ecuatoriano antes y durante la pandemia de COVID-19». Uru: Revista de Comunicación y Cultura, n°. 6 (el 8 de agosto de 2022): 125–42. http://dx.doi.org/10.32719/26312514.2022.6.9.

Varas, Eduardo. «El IFCI se despide con una explosión». GK, el 21 de julio de 2023. Acceso el el 24 de febrero de 2025. https://gk.city/2023/07/21/fin-ifci-despide-explosion/.