Por Oscar Maldonado.
Periodista trabajando en pandemia en Guayaquil. Foto: Iván Castaneida.
Con el apoyo de la Fundación para la Libertad de Prensa FLIP, la organización Periodistas Sin Fronteras publicó recientemente un reporte sobre la situación que vivieron periodistas de varios medios de comunicación de Guayas en el inicio de la pandemia entre marzo y abril del 2020.
La investigación se desarrolló en los cantones de Guayaquil, Durán, Playas, Daule y El Empalme mediante una encuesta aplicada a 20 profesionales de la comunicación y nueve entrevistas a profundidad. Los resultados de la investigación son poco alentadores pues los entrevistados reportaron suspensiones de su jornada laboral y despidos. Por otro lado y según el estudio, quienes lograron mantener sus empleos, en cambio, vieron cómo sus condiciones empeoraron; el teletrabajo y la reducción de personal fue el justificativo para aumentar la carga laboral y extender la jornada diaria por el mismo salario. Sin tener más alternativas y ante la posibilidad de quedarse sin ingresos, los periodistas aceptaron esta nueva y precaria forma de trabajar.
El informe de Periodistas Sin Cadenas, descargable en este link, indica que en Guayas el 65% de los trabajadores de la comunicación encuestados aseguró no haber recibido capacitación oportuna sobre cómo protegerse del Covid-19 durante las reporterías. Asimismo, 50% reportó que no recibió ningún tipo de aprovisionamiento (tapabocas, gel antiséptico, guantes, traje de bioseguridad, etc.) por parte del medio. Adicionalmente, el reporte expone que antes de la emergencia sanitaria, 50% de los trabajadores de la comunicación consultados percibía un salario mensual inferior a los $ 800; de ellos, 25% ganaba menos de $ 400 y otro 25% entre $ 400 y $ 800, es decir, la mayoría de empleados de esta rama percibía sueldos inferiores a los exigidos por la ley, una condición que solo empeoró con la pandemia.
El trabajo sobre las condiciones laborales de profesionales de los medios muestra la situación de fragilidad en la que desarrollan su trabajo en periodismo, un área íntimamente relacionada con otras prácticas creativas como la producción audiovisual, editorial y performática —entre otras— gravemente afectadas pro la pandemia como se reveló en la Encuesta de Condiciones Laborales de Trabajadores de la Cultura llevada a cabo por el Observatorio de Políticas y Economía de la Cultura de la Universidad de las Artes.
