Esta entrevista se enmarca en un proceso de cobertura plural e imparcial, realizado a partir de una invitación abierta y formal extendida a todos los candidatos a la presidencia de la Sede Nacional de la Casa de la Cultura Ecuatoriana. El objetivo fue brindar un espacio equitativo para que cada postulante exponga sus propuestas, visiones y líneas de acción frente al futuro de esta institución cultural. Esta cobertura se complementará con una invitación a un debate virtual realizado a los/as candidatos/as este día domingo 31 de agosto a las 18h.
Formación y experiencia en la gestión cultural
Licenciado en Ciencias de la Comunicación con mención en Publicidad y Marketing. Promotor Cultural de OCHOYMEDIO para el MAAC CINE – Manta (abril 2009 a marzo 2011). Productor para Manabí de Festivales de Cine como EDOC, Cero Latitud, Cine Bajo Tierra y Eurocine. Director Fundador y Editor de la Revista Iberoamericana de Cine FOTOGRAMA (2010 – 2016). Programador y Administrador de FLACSOCINE, Consejo Nacional de Cine del Ecuador (agosto de 2012 – diciembre de 2013). Director Provincial de la Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión – Núcleo de Manabí (2017 – 2021 y 2021 – 2025).
Proyectos culturales liderados y/o desarrollados
Fundador de la Revista de Cine FOTOGRAMA, primera revista de crítica cinematográfica editada en Manabí que por muchos años fue la única revista de cine en circulación en el país. Creador del proyecto Escuela Itinerante de Cine El Espacio Audiovisual, beneficiario de un fondo concursable del ICCA y ejecutado en la ruralidad de Portoviejo y en el centro de Manta. Director de proyectos de exhibición de cine en comunidades rurales. Director de Cineclubes en Portoviejo y Manta. Líder de todos los procesos culturales realizados en la CCE Manabí, dese el 2017 al 2025.
¿Cómo describiría su posicionamiento político y cómo cree que este influirá en su gestión como presidentx de la Casa de las Culturas?
Toda acción social posiciona a los individuos de forma distinta según el contexto. En mi gestión dentro de la Casa de la Cultura de Manabí, jamás he puesto por delante de las acciones mi posición política personal. El Estado no es un partido, es el garante del bienestar común. Cuando se dirige una institución pública se necesita capacidad, no militancia. Se debe garantizar el cumplimiento del orden constitucional y legal, no los intereses políticos y mucho menos partidistas. Por otro lado, y aunque no me gustan las etiquetas (el ser humano está siempre en construcción), soy liberal-progresista.
En un escenario y contexto nacional de polarización política, ¿de qué manera la CCE podría garantizar un espacio neutral para el pluralismo ideológico del sector cultural y ciudadano?
La Casa de la Cultura debe ser el centro del gran Ecosistema Cultural ecuatoriano. La Sede y sus Núcleos Provinciales son los llamados a ser los articuladores con todo el aparataje institucional público. Eso es posible. Cuando se quita a la política de la ecuación y se trabaja por el bien común, se puede separar lo personal de lo institucional.
¿Qué colectivos, agrupaciones o artistas independientes respaldan su candidatura?
Miles de artistas de forma individual, cientos de colectivos a lo largo y ancho del país, decenas de gremios, y líderes de opinión de otros sectores sociales.
¿Tiene compromisos y/o acuerdos con algunas de las candidaturas a los núcleos provinciales de la CCE? ¿Cuáles son?
No los tengo, porque esa forma de hacer política es la que queremos cambiar, la de los acuerdos bajo la mesa, compromisos y chantajes. La mejor propuesta es la que debe ganar, por eso más allá de conversar con las candidaturas actuales o los directores electos el 16 de agosto, se debe tener un gran debate nacional que permita que el ciudadano esté informado. El compromiso es cumplir el plan de trabajo.
¿Qué grupos o colectivos considera usted que requieren atención prioritaria por parte de la CCE en función de sus competencias?
Cada provincia tiene sus realidades en función de lo que cada núcleo ha trabajado de manera histórica, por lo que no se puede especificar uno grupo en particular. Por ejemplo, los núcleos que tiene imprenta tienen una mayor atención hacia el sector literario, y en cambio tienen debilidades en otros campos del arte. Hay provincias donde se trabaja de manera efectiva hacia el sector de la danza, pero de manera nula hacia la música independiente. Por eso, planteamos que todas las direcciones de la Sede Nacional trabajen permanentemente de forma presencial en los núcleos y junto a ellos, trabajar en los eslabones más débiles de la cadena de valor de cada arista del arte.
¿De qué forma se fortalecerá el diálogo, la participación ciudadana y la conformación de redes en torno a la CCE?
Con más transparencia:
- Informes de gestión trimestrales para los Núcleos mediante convocatoria a Junta Plenaria.
- Deliberaciones anuales de Rendición de Cuentas regionales (no limitarlas a un evento único).
- Acceso total e inmediato a información de la Sede que los Directores Provinciales soliciten.
- Publicación periódica de actividades de las unidades de Fomento en las páginas oficiales de la Sede Nacional.
- Publicación de montos de recaudación por concepto de alquiler de los espacios de la Sede.
- Ampliar los Consejos Consultivos hacia mayor presencia de gremios y colectivos periféricos.
¿Cuáles serán los ejes prioritarios de su gestión?
- Eje 1: Ecosistema Cultural
- Eje 2: Consumos Culturales
- Eje 3: Articulación
- Eje 4: Fomento Cultural Territorial
¿Qué propuestas tiene para la sostenibilidad financiera de la CCE? ¿Tiene algún plan para diversificar las fuentes de financiamiento durante su gestión?
Con un Ecosistema Cultural funcionando, y con la Casa como el eje articulador con las otras instancias del Estado, se garantiza que los presupuestos aumenten. Concomitantemente, desde la Dirección de Planificación contaremos con profesionales en cooperación internacional, 150% de deducibilidad y Cultura Viva Comunitaria, lo que permitirá trabajar en proyectos nacionales que garanticen presupuesto para los núcleos, tanto para procesos culturales como para infraestructura.
¿Prevé Ud. realizar reformas al organigrama administrativo funcional? ¿A través de qué mecanismo?
Es urgente reformar el Estatuto Orgánico por funciones y el manual de puestos. No obstante, aún reformándolos éstos podrían cambiar según la reforma a la Ley de Cultura (LOC). El contexto actual en el que ya no existe el Ministerio de Cultura deja a la LOC sin peso ni estructura. Es urgente reformar la Ley y cambiar desde ahí las capacidades y competencias de la CCE; esta es la oportunidad histórica para mejorar su situación.
¿Cuál debería ser el papel de la Casa de la Cultura ante el actual contexto de violencia y crisis de seguridad?
Ponerse a disposición del Ministerio del Interior. Los procesos culturales que deben existir de manera urgente en los barrios y zonas vulnerables por el contexto de violencia tienen que ser parte de la política de seguridad nacional. El Estado debe comprender la importancia de la CCE y su valor de presencia territorial para trabajar junto a ella en procesos culturales de recuperación de estas zonas.
¿Qué acciones ha considerado para estimular la creación, producción y difusión artística?
La infraestructura cultural es una pieza importante para la activación de la cadena de valor de cada área, pero no es suficiente. La mayoría de Núcleos solo tiene espacios en las capitales de las provincias, por tanto, conseguir infraestructura en otros cantones del país y en zonas periféricas es urgente, y ponerlas a disposición de los artistas independientes es el primer paso para propiciar la creación.
Esto debe ser reforzado con espacios de formación, residencias, y profesionalización del sector. El papel de la Sede es trabajar en Planes Nacionales de Circulación de productos y servicios culturales, pero éstos no deben hacerse en un escritorio en Quito, sino junto a los Núcleos, potenciando sus iniciativas emblemáticas.
¿Cuál sería su postura ante la posibilidad de una estructura administrativa descentralizada para la CCE? ¿Qué beneficios y riesgos produciría un modelo de esta naturaleza?
La autonomía de la CCE es nominal, si bien su valor más importante es su representatividad (elecciones por asambleas y no obediencia a gobiernos de turno); administrativamente la dependencia hacia la Sede y al Gobierno Central complica su funcionamiento. El problema medular es la imposibilidad de hacer uso al 100% del recurso de autogestión. Por eso, es importante y urgente trabajar en el cambio de la ley para cambiar estas fallas estructurales. En un marco de autonomía completa, la gestión sería más efectiva.
En caso de ser electx como presidentx de la Casa de las Culturas, ¿Qué criterios fundamentales guiarían la asignación de los recursos económicos en los diferentes proyectos culturales?
Los proyectos priorizados serán los que tengan impacto en la generación de empleo del sector. Por eso, uno de nuestros ejes son los Consumos Culturales: poner el foco en el consumo cultural permite que las acciones no solo tengan un impacto simbólico, sino económico.
¿Cómo proyecta su vinculación con las entidades responsables de la gestión, promoción y desarrollo de la cultura a nivel nacional que actualmente han sido fusionadas junto a otros ministerios?
Es el momento histórico para que la CCE retome su rol protagónico. Recordemos que por muchos años el objetivo de la creación de la LOC fue la desaparición de la CCE. Y quienes buscaban eso precisamente fueron los ministros de Cultura de la época. Es decir, desde la creación del ministerio nunca se trabajó en conjunto, puesto que ambas instituciones competían entre sí, y así la Casa fue perdiendo protagonismo y presupuesto.
¿Cómo garantizaría la autonomía de la CCE frente a la influencia externa, sin comprometer las oportunidades de apoyo y recursos de aliados estratégicos de la empresa pública y/o privada?
Despolitizando la Casa. Sin injerencias de partidos, la libertad garantiza el trabajo conjunto.
¿Considera necesaria la reforma a la Ley Orgánica de Cultura? ¿Qué rol jugaría la CCE en el proceso? ¿Qué aspectos específicos de la ley considera que deben ser modificados o actualizados?
Hay que reformar la Ley. Mientras corre el año de espera para su nuevo tratamiento, luego del veto, la CCE debe liderar la nueva propuesta de reforma. Se debe garantizar que la CCE acceda al fondo de fomento con una línea particular (lo que se puede hacer también sin la ley), que en los núcleos vuelvan a haber unidades de administración financiera (UDAF) y que la CCE asuma la rectoría de la cultura en el país.
¿Cómo ve la inclusión en la agenda legislativa del presente periodo las siguientes propuestas: Ley para el desarrollo de las industrias culturales y creativas (economía naranja) y Reforma a Ley de Educación Intercultural?
Positiva, son leyes necesarias. Agregaría la Ley de Espectáculos Públicos y la Ley de Creación de la Orquesta Sinfónica de Manabí y Orquesta Sinfónica Amazónica.