La Sede Nacional de la Casa de la Culturas y el Municipio del Distrito Metropolitano de Quito firman convenio interinstitucional

Por Ana María Crespo.

 

La infraestructura cultural de la Sede Nacional de la CCE será beneficiada luego de la firma de un convenio que le permitirá al Municipio del Distrito Metropolitano de Quito transferir fondos para procesos de readecuación.

 

El miércoles 6 de noviembre, en el hall del Teatro Nacional, se firmó el convenio marco entre la Sede de la Casa de las Culturas (CCE) y el Municipio del Distrito Metropolitano de Quito (DMQ). Durante este evento, Fernando Cerón, presidente de la Sede de la CCE dijo que “La firma de este convenio, apunta a preservar este edificio, a darle condiciones para que siga teniendo una vida útil y para que siga aportando a la ciudad con una vida cultural potente”. Cerón hizo una alusión a la historia política que está ligada a la creación del edificio de los espejos que se constituye como un hito de la modernidad en la ciudad. El proyecto inició durante el gobierno de José María Velasco Ibarra, en el año 1953-1955, con la creación de las maquetas por parte del arquitecto franco ecuatoriano René Denís Zaldumbide, graduado en la Escuela de Bellas Artes y Arquitectura de París. A mediados de los sesenta, empezó la construcción a cargo del arquitecto Alfonso Calderón. Sin embargo, por complicaciones de diversa naturaleza, el Edificio de los Espejos se finalizó en 1988, concretando así el sueño de Benjamín Carrión, quien anhelaba que el complejo esté compuesto por un museo, una radio, una biblioteca, un teatro y áreas de recreación infantil.

El riesgo que corre la infraestructura y la imposibilidad de darle atención con los presupuestos que maneja la CCE, motivó el acercamiento entre estas dos instituciones. Cerón mencionó que la techada del ágora, un ícono de la arquitectura de la ciudad, requiere una intervención inmediata. Esta estructura tenía una vida útil de 10 años y ya debió ser remplazada, pues en su estado actual no brinda las condiciones óptimas para los actores culturales que demandan el uso de este espacio.

Ante este panorama, cabe preguntarse a quién le corresponde, en el marco legal, brindar el respaldo económico para fortalecer la infraestructura cultural.     En su discurso, el alcalde Pabel Muñoz fue enfático cuando afirmó que este convenio podía resumirse en dos palabras: “Voluntad política. Hay que tener voluntad política para tomar decisiones cuando no necesariamente esas decisiones nos competen. Yo diría que, si uno se pone estricto en materia constitucional y en cuáles son las competencias de cada nivel de gobierno en materia de las responsabilidades que tiene el Gobierno central, por ejemplo, que tiene el Municipio de Quito, podría decir que esta no es de nuestra competencia, pero si es de nuestra incumbencia”.

Tras la firma del convenio. A la izquierda, el alcalde Pabel Muñoz, Fernando Cerón, presidente de la Sede de la CCE y José Morales, secretario de Hábitat y Ordenamiento Territorial. Cortesía de la CCE
Tras la firma del convenio. A la izquierda, el alcalde Pabel Muñoz, Fernando Cerón, presidente de la Sede de la CCE y José Morales, secretario de Hábitat y Ordenamiento Territorial. Cortesía de la CCE

Pabel Muñoz va más allá en su análisis y compara la situación actual del país atravesada por una crisis económica, social y de seguridad, con lo que ocurría en los años noventa: “una implosión del Estado local”. En este escenario que él describe como de repliegue del Estado, las acciones que se puedan tomar a nivel local para dar respuesta a las necesidades, en este caso, del campo cultural, son de importancia para su alcaldía. Desde su gestión, Quito se busca posicionar como “un paréntesis en ese país que se desangra” y en ese sentido, hacer que la cultura sea un asidero para las y los ciudadanos de la ciudad y del país.

Camino a la firma del convenio marco

El presidente de la CCE, Fernando Cerón identificó la necesidad de consolidar apoyos, tanto desde el sector privado como el público, para la readecuación de las estructuras de la Sede y, desde una visión a largo plazo e integral, de las infraestructuras de los núcleos de todas las provincias. Para este fin, se unió al equipo, Alejandra Pinto, quien es la especialista en planificación de proyectos de readecuación y optimización de la infraestructura cultural de la CCE.

Pinto señala que el primer acercamiento para llegar a la firma del convenio marco fue hace un año con la secretaria de Hábitat y Ordenamiento Territorial, presidida por José Morales. A través de este acercamiento pudieron entrar en contacto con Franklin Cárdenas, director del Instituto Metropolitano de Patrimonio (IMP). Si bien, el edifico de los Espejos forma parte del patrimonio moderno, existe una especie de vacío normativo que ampare el cuidado de las edificaciones en esta categoría. A pesar de esta situación, hay que tomar en cuenta que el Municipio ha realizado una serie de acciones para recuperar las zonas colindantes, —la mariscal, Av. Patria, el parque El Ejido, entre otras— y que, dentro de este entramado, la CCE se puede constituir como un punto clave para el desarrollo.  Las reuniones con el IMP derivaron en tres visitas técnicas, en las que un arquitecto delegado constató el estado de la infraestructura. Las visitas dieron pie a informes para dar cuenta del estado de la infraestructura, en uno de ellos se indica que: “se observan acciones de mantenimiento dirigidas a garantizar la continuidad del uso, sin embargo, se requieren complementar el mantenimiento de sistemas constructivos que han provocado el deterioro de las ingenierías eléctricas, hidrosanitarias, sistemas de impermeabilización”. De acuerdo a Pinto, estos son los puntos críticos que tiene la infraestructura y lo que provocan es que haya un mayor deterioro en toda la superficie del edificio.

El convenio marco abrirá los caminos jurídicos, de manera que varios convenios específicos se planteen para atender las necesidades del Palacio Benjamín Carrión y el edificio de los Espejos. El primer convenio específico, según Pinto, tendrá relación con una consultoría donde se evaluará el estado del edificio. Tras el informe del equipo técnico se podrá conocer el tipo de intervención y el presupuesto requerido para el proceso de readecuación.

Si la responsabilidad directa de la intervención en las infraestructuras culturales, como el edificio de los Espejos, recae sobre el Estado, obtener, a través de la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (SENPLADES), fondos de inversión no es un proceso sencillo. De entrada, porque se necesita contar con una consultoría que ronda los USD 200 000. Por otro lado, la realidad es que la CCE no tiene el presupuesto para poder contratar un servicio de esta índole y en el caso de querer realizar el proceso por su cuenta, tampoco cuenta con el suficiente personal técnico.

Ante la urgencia de tomar acciones para recuperar la infraestructura del edificio de los Espejos y el Palacio Benjamín Carrión, contar con aliados como el Municipio del Distrito Metropolitano de Quito permitirá que un espacio que recibe a miles de usuarios mes a mes, continúe brindando el acceso al arte y la cultura. En tiempos de una fuerte arremetida neoliberal que ha precarizado la vida, en palabras de Fernando Cerón, su presidente: “La Casa de las Culturas puede ser siempre ese espacio para soñar la libertad, ese espacio para articular la cultura, para que los jóvenes y los adultos mayores puedan quedarse y encontrarse y buscar otras alternativas frente a las pocas que nos entrega esta sociedad”.

 

Fotografía

  • Edificio de los Espejos. Foto de Marcelo Arellano. Cortesía de la CCE

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