Observatorio publica «Consumos Culturales en América Latina», obra de dos volúmenes con alcance regional con la participación de alrededor de 30 investigadores de 8 países

Esta publicación coeditada por la UArtes de Ecuador y la UACM de México que busca actualizar el debate en torno a los Consumos Culturales en América Latina. La obra cuenta con artículos de académicos e investigadores de siete países de la región compilados en dos tomos. Los trabajos seleccionados apuntan a identificar y situar desde un enfoque interdisciplinar las dinámicas y tendencias de los consumos culturales latinoamericanos surcados por los acontecimientos y epistemologías del siglo XXI.

El primer tomo, “discusiones conceptuales, herramientas para la medición y casos de atención específica”, explora conceptualizaciones fundamentales para el análisis de los consumos culturales y varias de las herramientas y metodologías relacionadas con la recolección y medición de información, así como las particularidades de las condiciones de acceso al arte y la cultura en grupos humanos de atención específica.

El segundo tomo, “evoluciones históricas, irrupción de lo digital y contextos pospandemia”, aborda la matriz histórica latinoamericana y sus incidencias sobre los consumos culturales en varios territorios del continente, la persistencia de desigualdades y la transformación de hábitos y preferencias se sitúan en el centro de la discusión. También se analizan los efectos de la pandemia y sus correspondientes transformaciones como aceleración de la digitalización de las prácticas, la virtualización de las sociedades y las nuevas formas del ejercicio de la cultura situada en territorios.

Estos productos editoriales son el resultado de una colaboración significativa y profundamente enriquecedora entre la Universidad de las Artes de Ecuador y la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, con apoyo de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), y junto con valiosos aportes de investigadores de toda América Latina. No es solo un compendio de investigaciones; es un testimonio del poder de la colaboración y del impacto profundo que la cultura puede tener en el desarrollo sostenible de nuestras sociedades. A través de este esfuerzo conjunto, se ha buscado no solo entender los patrones de consumo cultural, sino también posicionar estos entendimientos dentro de un marco que valoriza los derechos culturales como un eje central para la construcción de sociedades más justas e inclusivas.

La OEI, en su papel catalizador de políticas culturales y educativas en Iberoamérica, ha promovido el Observatorio de  Políticas y Economía de la Cultura de la Universidad de las Artes de Ecuador, en línea con su compromiso con el fortalecimiento de la cultura como pilar del desarrollo humano integral. La importancia de la cultura en Iberoamérica, una región vibrante y diversa, es incuestionable, y es nuestra responsabilidad y nuestro privilegio explorar cómo las expresiones culturales y su consumo modelan nuestras comunidades y nuestras identidades.

Acerca del Tomo l

Aborda problemáticas relacionadas con las desigualdades y asimetrías existentes en la región y ofrece una mirada desde varias perspectivas sobre cómo se configura el consumo cultural en el siglo XXI y sobre cómo esta dinámica ha transformado las maneras en las que accedemos, participamos y valoramos la cultura. Al hacerlo, también propone nuevas maneras de entender y apoyar discusiones conceptuales, herramientas para la medición y casos de atención específica la cultura en nuestros países, enriqueciendo así las políticas públicas y fortaleciendo las capacidades de los gestores culturales, con un enfoque importante en la cultura como elemento de inclusión.

La colaboración interinstitucional que se materializa en esa publicación es también una respuesta importante ante los desafíos en la disponibilidad de datos, indicadores y estudios comparados en el ámbito cultural, destacando la relevancia de construir redes y alianzas transnacionales para abordar los retos regionales de manera coordinada y efectiva. Los temas tratados en este tomo reflejan un compromiso con el análisis crítico y con la generación de conocimiento que respeta y celebra la diversidad y la riqueza de las expresiones culturales latinoamericanas, buscando fortalecer las condiciones de comparabilidad en las políticas públicas regionales. Al promover un enfoque interdisciplinario e intersectorial, esta publicación también busca ser una plataforma para la reflexión sobre cómo las políticas culturales pueden y deben adaptarse para responder no solo a las necesidades emergentes, sino también para anticiparse a futuras tendencias y desafíos. Es en este contexto que la OEI reafirma su apuesta por la cultura como una herramienta indispensable para el desarrollo sostenible y la cohesión social en Iberoamérica. Con la publicación de este tomo, invitamos a los lectores a participar en un diálogo abierto y enriquecedor sobre el futuro de la cultura en nuestras sociedades, esperando que las ideas y las investigaciones aquí presentadas inspiren nuevas iniciativas y fortalezcan las ya existentes, en un esfuerzo continuo por entender y mejorar el paisaje cultural de nuestra región. Que esta publicación sirva no solo como una fuente de información, sino también como un llamado a la acción para todos aquellos comprometidos con la cultura en Iberoamérica.

Acerca del Tomo ll

El contenido de este volumen abarca una amplia gama de temas: desde las transformaciones en las prácticas culturales y la digitalización del entretenimiento en México, con una mirada también a los territorios periféricos, hasta los estudios sobre consumo cultural en la región andina, con un amplio panorama sobre los desafíos de la actualidad, y las dinámicas que permean las tendencias del cono sur. Cada sección ofrece una visión única sobre cómo los contextos históricos, la irrupción digital y la pandemia de COVID-19 han transformado el panorama cultural en la región.

En particular, esta publicación destaca cómo la pandemia ha acelerado ciertas tendencias preexistentes y ha creado nuevos desafíos. Los artículos incluidos en esta publicación exploran, desde múltiples perspectivas, cómo estos cambios han afectado tanto los consumos culturales como la manera en la que las comunidades se adaptan y responden a estas nuevas realidades, subrayando la capacidad de la cultura para actuar como un motor de resiliencia y un agente de cambio social.

Tiempo para la actualización de la agenda de investigación

El momento histórico en el que se inscribe este texto es crucial para la propuesta de actualización de diagnósticos. En primer lugar es importante situarse en el contexto de los análisis, el inicio de siglo —cuyo arranque difiere en su ubicación— en una matriz geopolítica afectada por los atentados a las Torres Gemelas en 2001 o en su dimensión financiera por la crisis provocada por la quiebra del banco de inversión norteamericano Lehman Brothers (2008) y las crisis de los subprimes. Desde el ámbito económico, esto supuso la plena entrada en la época del capitalismo cognitivo, caracterizado por el rol en la recuperación económica y la consecuente hegemonía de las corporaciones del internet —cuyo núcleo primigenio en Occidente se ubica en la Silicon Valley— y se caracteriza, entre varios aspectos, por la desmaterialización de la economía y por ubicar a la gestión del conocimiento como matriz principal de acumulación de capital.

Es en este escenario en el que las economías creativas aparecen como una de las puntas de lanza de este nuevo momento del desarrollo capitalista: varias de las principales apuestas industriales y comerciales de las grandes corporaciones del internet —las famosas GAFAM, acrónimo de las iniciales de Google, Apple, Facebook, Amazon y Microsoft y al que hoy habría que añadirle Tesla— incluyen en su carteras de negocios ámbitos relacionados con las industrias culturales y creativas. Cabe preguntarse, por ejemplo, por la relación de los consumidores culturales latinoamericanos respecto al mainstream norteamericano, vínculo histórico siempre vigente que ha ido mutando al son del desarrollo tecnológico y que hoy se acentúa por el acceso digital que las poblaciones tienen a las propuestas del campo de las industrias culturales y creativas provenientes de estos oligopolios hegemónicos.

De igual manera, es menester situar los análisis tras los sucesos de la pandemia del COVID-19 que inició en los primeros meses del año 2020, y que pondría al planeta en una inédita situación de confinamiento y de crisis sanitaria mundial, la cual transformó las interrelaciones humanas, y con ello las posibilidades de ejercer algunas prácticas y consumos culturales. Las limitaciones en el tránsito de personas propiciaron el robustecimiento de algunos segmentos de las industrias culturales y creativas, especialmente en lo que concierne su dimensión digital, acelerando su transición hacia las plataformas en línea. Entre ellos, los segmentos más afectados por el cambio fueron el audiovisual y la música. Varios textos en la presente obra aluden a esta circunstancia, proponiendo claves análisis para caracterizar hábitos y preferencias durante este periodo y sus posteriores consecuencias. Esta obra colectiva adquiere una especial vigencia en el marco de estos contextos que nos instan a poner el foco en fenómenos globales como la digitalización del consumo cultural o la algoritmización de las preferencias, así como en la preminencia y efectos del consumo de entretenimiento mainstream, las inequitativas condiciones de acceso al arte y al patrimonio en una región marcada por la desigualdad socioeconómica, las múltiples formas y las preferencias de consumo cultural interseccional, los nichos y las resistencias expresadas a través del consumo en la diversidad cultural. También debe tomarse en cuenta la volatilidad de los consumos culturales en función de los vaivenes económicos de la región, y de otros fenómenos siempre vigentes como las deficiencias de la acción estatal en los ámbitos de creación y potenciación del consumo cultural, entre varias otras, que impactan las interrelaciones humanas y, con ello, las posibilidades de las prácticas y consumos culturales.

Principales contribuciones y puntos para discusión

  • Consumos Culturales: una categoría que plantea disputas conceptuales
  • Acceso y hábitos en poblaciones de atención prioritaria: vectores democratizadores y de reparación
  • Límites en la medición de consumos culturales en la región: un pasivo persistente
  • Nuevos perfiles de consumidores culturales: transformación y tradición en el capitalismo cognitivo
  • Reactualización de matrices conceptuales de análisis: Bourdieu vigente y revisitado
  • La irrupción de lo digital y pandemia: replanteamiento de los marcos teóricos, de las herramientas de análisis y de los objetos de estudio
  • Nuevos espacios institucionales y experticias profesionales: de las sociedades de gestión a los curadores digitales
  • Lo situado y lo local determinante fundamental del consumo cultural

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