Guayaquil y el apocalipsis: espacios donde aún se gestiona su cultura

Por Nicolás Esparza.

Foto: Mauricio Torres.

Guayaquil es uno de los polos culturales nacionales y un termómetro de las tendencias artísticas en el Ecuador. Por eso, un acercamiento a sus espacios culturales y a las propuestas asociadas se torna una necesidad, sobre todo en el contexto de pandemia. Ante esto, nos preguntamos: ¿qué espacios culturales han logrado sostenerse en la presente emergencia sanitaria que ha impactado gravemente al arte y a la cultura porteña?

Normalmente, cuando se habla de lugares de gestión cultural caben diversas definiciones, pues su significado es polisémico. Sin embargo, éstos pueden definirse como espacios en los que se trabaja la cultura desde su ejercicio, es decir, lugares donde se procura ejercer dinámicas que puedan lograr la concreción de un resultado tangible, de un producto cultural. Un centro cultural es un espacio de intervención en la sociedad donde desde distintos ejes se realizan prácticas creativas, participativas y recreativas que transmiten saberes a través de distintas formas rituales. 

En Guayaquil y en otras ciudades del país la pandemia de Covid-19 ha incidido en el cierre de muchos centros culturales y ha hecho que algunos tengan que operar de forma remota para renovar sus ofertas comunitarias. En esta mini serie presentamos una panorámica de la oferta de centros culturales porteños donde repasamos sus modelos de gestión, su oferta cultural y las formas en las que han funcionado y evolucionado durante estos tiempos extraños.

Palabralab.

Nacido en 2010 en la ciudadela Los Ceibos, Palabralab ha sido uno de los lugares con mayor visibilidad en la gestión cultural guayaquileña. Su directora Adelaida Jaramillo define al espacio como un lugar de promoción lectora cuyo fin es potenciar la lectura en Guayaquil a través de actividades que se centren en la potenciación de la escritura. La propuesta se enfoca en jóvenes adultos, particularmente universitarios, profesionales, emprendedores y, sobre todo, mujeres.

Jaramillo dice que Palabralab se sostiene a través de la autogestión y con el auspicio de la empresa privada. Afirma que no ha sido una actividad fácil, pero recalca que la ventaja es la libertad que se otorga puesto que no existe ningún tipo de sujeción a partidismos o filiaciones políticas. De esta forma Jaramillo ha logrado sostener el Club de Lectura, al que define como “un taller de literatura contemporánea”, dirigido por distintos escritores del medio. También cuenta que, desde hace cuatro años, Palabralab ha procurado diversificar su oferta y ha logrado implementar cursos de estudios de género, enfocados en la lectura de textos y autores que fortalezcan la línea investigativa del curso.

Por la pandemia del Covid-19, Palabralab no pudo gestionar las actividades proyectadas para celebrar sus diez años de funcionamiento. Sin embargo, Jaramillo afirma que ha tenido la oportunidad de alcanzar otros espacios en otros lugares del país y ampliar sus alcances, lo que permitió a Palabralab sostenerse durante el 2020. Ese mismo año, Palabralab ganó el premio Reto Cultura, propuesto por la nueva dirección de cultura del Municipio de Guayaquil. Jaramillo afirma que “los gestores culturales usualmente no recibimos reconocimientos”. Sin embargo, sostiene que uno de sus logros mayores durante su gestión ha sido contar con un gran equipo de trabajo que incluye a escritores con reconocimiento internacional. Además, cuenta también con la publicación de cuatro libros, dos físicos y dos digitales, en el marco del Festival Ciudad Mínima, un Effie por la campaña lingüística #NuevaPalabra y la invitación a recintos internacionales, como la FIL Guadalajara y la UNAM.

Para el 2021 Palabralab tiene proyectado implementar actividades educativas y formativas. Las redes de Palabralab son: IG: @palabralab Fb: @palabralab Tw: @palabralab1 YouTube: TallerDeLiteratura e-mail: ade@palabralab.com www.palabralab.ec

Parte del equipo de Estación Libro Abierto. Foto: Rommy Moeller

Estación Libro Abierto.

“La Estación”, como la llama la catedrática y crítica literaria Cecilia Ansaldo, presenta una propuesta que consiste en actividades de estudio, análisis, discusión y conversación sobre arte, filosofía, literatura, cine y demás manifestaciones culturales. El espacio existe desde hace diez años y está ubicado en el Malecón de Entre Ríos. Estación Libro Abierto es un espacio dirigido por Cecilia, quien junto a Rommy Moeller y María Mercedes Vélez es la directora de contenidos del centro. Estación Libro Abierto ofrece cursos de literatura y arte durante todo el año pero a partir de la pandemia —comenta Moeller— la oferta se desplazó de lo presencial a lo virtual y ahora los cursos se ofrecen vía Zoom ininterrumpidamente.

Moeller comenta que el espacio no cuenta con apoyo de ninguna entidad, pública o privada. “Sostenemos los costos del espacio y los honorarios de los profesores con el valor de los cursos y las actividades que paga cada participante. Es todo autogestión”. Además, considera que la oferta del lugar tiene cabida para público de todas las edades.

La Estación estaba planificando desplazarse hacia lo digital desde hace algún tiempo, pero el plan se había dilatado por algunos temas internos. A pesar del confinamiento por la pandemia, el público se contentó con la oferta en línea del espacio. “Fue un desafío y es una satisfacción enorme haber estado ahí para toda esa gente y haber recibido a mucha más de fuera de la ciudad y del país”, comenta Moeller. Quien agrega cómo a partir del confinamiento del 2020, cuando cumplieron diez años de existencia, la Estación tuvo la oportunidad de ampliar su público. Sostiene, además, que tras la experiencia del año previo se vivieron desafíos, descubrimientos y conquistas que llegaron a generar un enorme crecimiento en el lugar. Afirma que ha sido “uno de los mejores que hemos tenido como espacio cultural”.

Con respecto a trabajos colaborativos, la Estación Libro Abierto ha colaborado con algunos actores externos y ha logrado sostener una excelente relación con ellos. Butaca Paradiso, centro especializado en cine, es uno uno de los espacios con los que han sostenido trabajo en conjunto e incluso han dialogado para mantener talleres de divera índole. Además, cuenta con cursos de arte gracias a la colaboración de Pily Estrada, quien, como defiende Moeller, es “una institución en sí misma”.

En cuanto a logros, la Estación ha logrado participar en ferias internacionales del libro y ha podido contar con diversos escritores, gestores culturales, curadores de arte y artistas nacnionales y extranjeros para dictar cursos y ofrecer visitas y conversatorios. “Hemos acercado y acercamos siempre al público con personas interesantísimas y protagonistas del mundo cultural”, dice Moeller. Comenta también que el mayor logro de la Estación ha sido “llegar” a su público y estimular en él el deseo de aprender y abrir la mente a otras ideas y pensamientos. Para el 2021, la Estación Libro Abierto tiene planificada la ampliación de su oferta cultural en lo virtual y presencialmente. 

Para poder ver más de Estación Libro Abierto, visite sus redes: FB: @Estación LibroAbierto TW: @LibroAbiertoGYE IG: @estacionlibroabierto

Casa Morada. Foto: Paulina Briones.

Casa Morada.

Guayaquil es una ciudad que crece en todas las direcciones. Sin embargo, en su corazón se encuentra uno de los lugares más versátiles en cuanto a oferta cultural: la Casa Morada, lugar que ha dejado huella desde sus inicios del 2009. Ubicada en Urdesa y dirigida por Paulina Briones, “La Casa” como se la conoce en el medio se fundó sobre la idea de alejarse de la concepción tradicional de taller literario donde se estudia literatura.

En sus inicios el espacio fue ideado como una alternativa en la que se pudieran ofrecer talleres de lectura y escritura para adultos y niños, es decir, “un espacio educativo más allá de la escuela”, como lo define Briones. Asegura, además, que no le atraía la idea de un espacio formal como cualquier otro y sí como uno con una oferta diferente a lo que ofrece un programa tradicional de escuela de literatura”. La idea surgió de su experiencia como docente, puesto que el trabajo y el acercamiento a la literatura dentro de un aula de clases distaba de convertir a la experiencia de la lectura y la escritura en un momento placentero. Comenta cómo, a partir de esa idea, poco a poco el espacio se fue reconfigurando, primero como espacio cultural y luego como librería de libros usados y de intercambio. 

Con el tiempo, la propuesta de la Casa se amplió y Briones incursionó en la búsqueda de libros nuevos de editoriales independientes. Ella dice que era obvio que, al ser la Casa sede de Cadáver Exquisito —sello editorial fundado por ella— tenía que conectar ambas cosas. Esto define a la Casa como un espacio de encuentro de literatura alejada del despunte comercial. El propósito, cuenta Briones, no era ofrecer lo mismo que se podía hallar en las grandes librerías sino “aquello que se queda al margen”. Así, Casa Morada ofrece diversidad, calidad e inclusión de otras perspectivas de mundo.

Como otros espacios guayaquileños, La Casa se sustenta a través de la autogestión en forma de venta de libros usados, talleres y el club de lectura. Briones afirma nunca haber recibido ayuda estatal ni haber ganado fondos concursables de ninguna índole. Entre sus colaboradores se cuentan María Mercedes Salgado, Andrea Fernández y Andrea Crespo quien por un tiempo fue responsable de sostener el proyecto de cine foro. Asimismo, Briones ha contado con el apoyo de personas como Diego Cevallos y Sofía Bernal —ex-estudiantes de la carrera de Literatura en la Universidad de las Artes— así como Cristina Santacruz y Silvia Buendía en aquel primer “empuje” de la editorial. 

Ahora mismo, Casa Morada prepara la publicación de la obra entera de Gilda Holst, importante cuentista y docente guayaquileña. Para ello, Briones cuenta con el apoyo de Carlos Burgos, María Fernanda Pasaguay y Maritza Cino. Como un hecho destacable, Casa Morada cuenta con un sistema de pasantías en colaboración con la carrera de Comunicación Social de la UCSG.

Para conocer más de Casa Morada, síguele en redes: FB: @lacasamorada TW: @casamoradaEC IG: @la_casamorada página web: https://lacasamorada.com

El Fauno Verde. Foto: Jorge Osinaga.

El Fauno Verde.

Cuando comenzó El Fauno Verde, Jorge Osinaga u “Osi” como se lo conoce en el medio cultural concretó la idea de una librería con materiales de segunda mano. En Guayaquil su proyecto es relativamente joven y a pesar de no contar con un espacio físico para gestionarlo, Osi ha logrado posicionarse en ferias y proyectos editoriales ambulantes y define al Fauno como una librería online con miras a convertirse en un centro cultural comunitario.

La oferta del Fauno se concentra en su gestión editorial y la búsqueda de libros por encargo. Osi sostiene que los libros que más mueven son aquellos de literatura ecuatoriana y de ciencias sociales, particularmente los que se centran en la historia del Ecuador. También ofrece talleres en alianza con Carlos Luis Ortiz y Alfredo Cucalón. Aportar en la gestión editorial sustentable es valioso para Osinaga, quine afirma que su trabajo consiste en “darle una segunda oportunidad a un libro”. Sobre el sustento económico, Osi cuenta que lo hace a través de la autogestión. La venta de títulos que conforman el corpus de su librería es la vía principal. 

Al ser un espacio digital, El Fauno Verde no sintió mucho los cambios a partir del confinamiento. De hecho, Osi afirma que a pesar de que al principio las ventas bajaron, los cursos de Cucalón y Ortiz tuvieron mucha demanda en la virtualidad. Además, cuenta cómo a partir de la pandemia las ventas se potenciaron a través de los pedidos. Tras una epifanía, Osinaga se dio cuenta que no fue hasta el encierro obligado que vió la importancia que tiene la visibilización de un proyecto en redes.

La Asociación de libreros y editoriales independientes de Guayaquil, La Colectiva, es un proyecto colaborativo en el que el Fauno Verde participa actualmente. Asimismo, el guionista Alfredo Cucalón y el poeta Carlos Luis Ortiz participan junto al librero y ofrecen cursos divididos en módulos. En un primer momento se los sostenía de manera presencial, pero potenciados por la pandemia, los alcances se han multiplicado para poder gestionar tanto el taller de Guión y Creación y de personajes, así como el de Literatura y Ciudad, dirigidos por Cucalón y Ortiz respectivamente.

Ahora el objetivo del Fauno es aportar al sector cultural a través de la concreción de los proyectos de su gestor. Para este 2021, Osi proyecta trabajar la gestión a través de créditos para incrementar el volumen de títulos nacionales e internacionales. Otra proyección es el lanzamiento de una página web con tienda online, así como conseguir un espacio propio para poder ofrecer una mayor ampliación de sus servicios culturales comunitarios.

Si deseas saber más del Fauno Verde, visita sus redes: FB: @elfaunoverde Tw: @elfaunoverde IG: @elfaunoverdelibros

Centro Cultural Sarao. Foto: Joshua Degel.

Centro Cultural Sarao.

Fundado por Lucho Mueckay en 1988 como Colectivo de Danza y Teatro Sarao, este centro adquirió su personería jurídica como Asociación Cultural Sarao en 1991. Cuatro años más tarde, en 1995, se inauguró el Centro Cultural Sarao en un espacio físico ubicado en la ciudadela Kennedy Vieja de Guayaquil hasta enero de 2019, cuando aquel tuvo que cerrar. Sin embargo, hasta la fecha, la agrupación no ha detenido el desarrollo de sus actividades de gestión, producción y formación en artes escénicas en espacios alternativos.

Sarao esta regentado por Daniel Ortega mientras Mueckay actúa como el director artístico. El centro busca incentivar las artes escénicas para llegar a un amplio y diverso público a través de la enseñanza de la danza & el teatro contemporáneos, así como la realización de producciones como espectáculos de danza contemporánea, teatro y humor. El espacio cuenta con una plataforma virtual de artes escénicas y realiza gestión cultural. Además administra una sala de teatro. La oferta está dirigida para adultos, jóvenes y niños con interés en las artes escénicas. 

En el 2020, el plan de programación artística (espectáculos) y académica (cursos y talleres) tuvo que ser reformado y trasladado a la modalidad virtual. Cuando las condiciones lo permitieron, se volvió a las modalidades semipresencial y presencial. Este ejercicio de adaptación obligó a los gestores a repensar de forma más creativa su forma de acceso al público. Señalan que una ventaja del confinamiento fue poder llegar a través de redes sociales a más gente dentro de las diferentes provincias del país. Para el 2021, Sarao planea continuar con temporadas de obras, cursos y talleres acogiéndose a las resoluciones de las autoridades en cuanto a los aforos permitidos y las medidas de bioseguridad.

Para operar Sarao cuenta con fondos mixtos. Los directivos cuentan que el Municipio de Guayaquil decidió incluir a Sarao en la Ordenanza de Fomento a la Cultura por sus 30 años de actividad cultural sostenida en la ciudad. Además han contado con la colaboración de instituciones privadas como el Centro Cultural Ecuatoriano Alemán de Guayaquil y el Estudio Paulsen. Como ONG (Asociación Cultural) Sarao está registrada en el Ministerio de Cultura del Ecuador, pero no perciben fondos de esta institución.

A la fecha, Sarao se ha constituido como una de las instituciones independientes más significativas de Guayaquil y del país gracias a la creación, desarrollo y fortalecimiento de públicos para las artes escénicas. Entre sus reconocimientos a través de estos años está ser la agrupación precursora de la danza contemporánea y del teatro del movimiento en Guayaquil. También cuenta con una fecunda producción de casi un centenar de espectáculos en danza y teatro que han fortalecido el patrimonio artístico de la ciudad y sel país. Sarao, además, ha representado a Guayaquil y al país en escenarios internacionales y ha sido cuna de cuatro festivales y encuentros de artes escénicas.

Mientras el espacio físico funcionó, se contó con un área de eventos al aire libre, La Cusumbera, y también la Cuarta Pared; así como el espacio de proyección cinematográfica La Moviola.

Para conocer más de la oferta y trayectoria de Sarao, visita sus redes: FB: @saraogye TW: @saraogye IG: @saraogye